Los progenitores animales estimulan y permiten a sus crías el uso de los instintos de especie. La infancia humana, en cambio, es muy larga y tiene una complicación: los padres a menudo no reconocen la capacidad de AUTONOMÍA de sus hijos. En lugar de crear
Esta semana mi hija comenzó la escuela, y entre pregunta y pregunta. Llegó el nombre de las maestras. Mi hija me preguntó: ¿Mama cómo se llamará mi seño?. Pues seño era como se le llamaba a su anterior profesora de la escuela infantil. Y me
Los progenitores animales estimulan y permiten a sus crías el uso de los instintos de especie. La infancia humana, en cambio, es muy larga y tiene una complicación: los padres a menudo no reconocen la capacidad de AUTONOMÍA de sus hijos. En lugar de crear
Esta semana mi hija comenzó la escuela, y entre pregunta y pregunta. Llegó el nombre de las maestras. Mi hija me preguntó: ¿Mama cómo se llamará mi seño?. Pues seño era como se le llamaba a su anterior profesora de la escuela infantil. Y me
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